Y transcurre el domingo de otoño en la capital de España. Y la gente desborda calle para pulular por los bares y pequeños restaurantes. Los muchos se sientan sobre los adoquines de la 1000 plazas y practican "el botellón" un bar de tragos alcoholicos tipo picnic, al aire libre. Hoy todo el centro está encendido para navidad con vistosos artefactos de colores y parrillas de luces blancas alusivas a las fiestas. Pronto estaremos volviendo. Los periodicos se ocupan mucho de Irak, de la corrupción local y extranjera, de los maestros golpeados y de los conyuges que se matan entre si. todo esto en una carrera por "el bienestar" y el consumo, en un eterno viaje turìstico de propios y extraños que no deja de asombrar y ocupa el espacio ciudadano, cultural y aún el metafísico. Tambien se ven los turistas mas permanentes, de esos que han venido para quedarse y con los que España es un poco màs permisiva que el resto de Europa. En fin, un caleidoscopio.
Hasta pronto.
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