Seguimos este itinerario. Ahora en la enorme Madrid. Una ciudad casi desconocida pese a haber estado antes unas cuantas veces. Es que el impulso de la comunidad europea ha propulsado a los españoles y a los madrileños en especial a una etapa de desarrollo increible. Se trata de obras y obras... y obras. En el metro, en las calles, en las autopistas, en los monumentos historicos, en fin en todo. Todo esta bajo el vallado de las reformas y reparaciones y entre ellos se mueve un mar de gente con capacidad de compra e inconciencia de su potencial, por lo menos así lo parece...
Hay colas en los restaurantes, en los cines, y hasta en los puestos de venta de billetes para la jugada de fin de año. En un otoño que se está prolongando mucho (el frio no viene), los madrileños y los turistas salen a las calles y literalmente ocupan el espacio publico. hemos visto multitudes sentadas en el suelo, conversando en rueda, a veces con botellas de alcohol como si fuera para una mateada, al sol. Dentro de su barrio, sin salir a la periferia, divirtiendose en forma ciudadana, o mejor dicho CITADINA.
Del valor de las cosas en euros, mejor les hablo en otro capitulo.
Hasta pronto. J