Argentina será primera figura del Año PolarUna campaña internacional que estudiará el cambio climático
Con fuerte presencia de investigadores argentinos, quedó inaugurado ayer en París el Año Polar Antártico (2007-2008), la mayor campaña mundial destinada a conocer más sobre los Polos y, en base a sus conclusiones, alertar al planeta sobre los cambios climáticos que se avecinan y la importancia que tienen ambos extremos geográficos en la vida cotidiana.La Argentina será parte de unos 30 proyectos y liderará siete iniciativas, en especial una relacionada con el cambio climático, que es de las más importantes que tiene la campaña, de la que forman parte cientos de científicos de 60 países. El evento, que tiene un presupuesto de U$S 1.500 millones, durará en realidad dos años y Mariano Memolli, director nacional del Antártico, explica el porqué: "Se necesitan dos ciclos polares en cada polo, dos veranos. Por eso no se toma en cuenta el año calendario, sino el tiempo de trabajo".Además del cambio climático, los científicos argentinos harán sus aportes en temas tan diversos como los ecosistemas marinos, la geología y la capa de ozono. El fuerte protagonismo se debe a la cercanía del país con la Antártida, uno de los focos de estudio junto con Alaska y Siberia, las regiones del planeta que más rápidamente han sufrido el calentamiento, según los especialistas.Según Sergio Marensi, director del Instituto Antártico Argentino, la posición del país en el Año Polar Internacional se vio fortalecida porque "sabemos muy poco sobre cómo funciona el planeta en la parte climática y oceanográfica, pero sí conocemos que las áreas polares son el motor del ecosistema mundial. Hay muchos procesos que arrancan en la Antártida y se transmiten a todo el planeta".Será la cuarta edición de la campaña, que tuvo sus precedentes en 1882-83, 1932-33 y 1957-58, este último conocido como Año Geofísico Internacional. Pero la actual sobresale por tener un programa más amplio, con todo tipo de disciplinas, de ciencias naturales a sociales.Aunque el final de las investigaciones está previsto para 2008, las actividades recién finalizarán en 2010, justamente en la Argentina. Será cuando unos 2.000 científicos se reúnan en Tierra del Fuego para evaluar el impacto del programa al cual le dedicarán los próximos dos años. Publicado en Clarín el 2/3